El Aumento del Costo de Vida en México: ¿A qué se Debe?
Si has notado que los precios están por las nubes y te cuesta más trabajo cerrar tus cuentas, no estás loco: la vida en México ha subido de precio en los últimos años. Hacer el mandado o ir al super implica ajustar el presupuesto y buscar otras opciones. En septiembre de 2018, el kilo de tortilla tenía un precio de 10.5 pesos, el más asequible en la zona metropolitana de la Ciudad de México. Para julio de 2024, el costo promedio ha escalado hasta los 22 pesos. Y eso solo es el comienzo. El kilo de carne de res a granel subió de 100 pesos a casi 200, el precio del huevo pasó de 23.5 a 45.5 pesos; la leche de 15 a 30 pesos. En cuanto al aguacate hass, pasó de 50 a 129.5 pesos, y la manzana gala, de 47.5 a 87 pesos el kilo, según datos del INEGI.
Y no solo los alimentos básicos han aumentado. De acuerdo con el Índice del Costo de Vida a Nivel Global de Numbeo, que considera alquiler, alimentos y poder adquisitivo, en 2018 México ocupaba el lugar 104 de 117, un puesto que reflejaba su accesibilidad. Sin embargo, a mediados de 2024, se colocó en la posición 60 de 121. Héctor Magaña, académico del Tecnológico de Monterrey y Coordinador de investigación del CIEN, comenta que el costo de vida se refiere al dinero necesario para cubrir al menos las necesidades básicas. Resalta que entre 2018 y 2023, los precios de alimentos y bebidas han crecido en un 41%, mientras que el gas LP lo hizo un 40% y la gasolina Magna un 33%. La vivienda también ha incrementado; en ciudades como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, el precio de la vivienda subió entre 35 y 40%, y en áreas con menos demanda, hasta un 25%. La alza en los precios de la gasolina ha subido el costo del transporte urbano hasta un 25% y el de autobuses interurbanos un 35%.
Este fenómeno responde a varios factores que han encarecido la vida. Alejandro Saldaña, Economista Jefe de Banco Ve por Más, señala que la inflación ha sido un factor clave. “Todo esto está muy relacionado con la inflación(...). Tras la pandemia, se desató un fenómeno inflacionario a nivel global y también en México, que ha sido bastante significativo y del cual aún no nos hemos recuperado”, mencionó. Recordó que el país todavía está lejos de su meta de inflación anual del 3%. En septiembre de este año, se ubicó en 4.58%. Desde inicios de 2018 hasta septiembre de 2024, la inflación en México ha alcanzado un 38.47%, según el INEGI. Esto implica que el poder adquisitivo ha disminuido notablemente: en 2018, con 100 pesos podías comprar 10 productos, pero ahora con esa misma cantidad solo puedes adquirir 6.
Este periodo ha sido atípico, enfrentando situaciones que han destacado en la economía como la pandemia de covid-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. “La inflación acumulada ha afectado seriamente el costo de vida debido al aumento de precios”, afirmó Magaña. Según cifras del INEGI y Banxico, la tasa de inflación desde 2018 hasta 2023 ha oscilado entre el 3% y el 8% anual, con picos notables. “Particularmente en 2022 y 2023, a raíz de los problemas económicos derivados de la pandemia de 2019 y de las interrupciones en la cadena de suministros global, así como los conflictos en Ucrania, se observaron incrementos en los precios internacionales de alimentos y energéticos”, explicó el académico del Tec de Monterrey. Saldaña añadió que en ese periodo, el Banco de México implementó “políticas monetarias bastante agresivas que llevaron las tasas de interés a niveles bajos, estimulando el consumo, lo que a su vez mantuvo elevada la inflación”.
¿Qué pueden hacer los consumidores ante esta situación? A pesar del aumento del salario mínimo durante este tiempo, este no ha sido suficiente para contrarrestar el incremento del costo de vida, dijo Magaña. Esto se debe a que el aumento aplicó solo a quienes están en el sector formal, dejando a muchos en la informalidad a un lado. El INEGI reportó que en el segundo trimestre de 2024, 32.2 millones de personas estaban empleadas en la informalidad, que representa el 54.3% de la población ocupada. El aumento de precios impacta a todos, sin importar su situación laboral. “[El incremento en los precios y el costo de vida] afecta gravemente el poder adquisitivo de la población, especialmente a aquellos con menos recursos”, destacó Saldaña, añadiendo que la inflación tiene un efecto regresivo. Esto significa que los más desfavorecidos son los más perjudicados, ya que destinarán una mayor parte de sus ingresos a cubrir productos básicos, lo que podría llevarlos a la pobreza. “Las personas de bajos ingresos tienden a mantener sus ahorros en efectivo o en instrumentos que no generan rendimientos, por lo que a medida que la inflación aumenta, el valor del dinero se erosiona”, comentó. Saldaña concluye que una de las estrategias que la gente adopta para sobrellevar este aumento de precios es sustituir sus productos habituales por alternativas más económicas o reducir algunas compras. Una posibilidad a considerar podría ser invertir en instrumentos financieros que ofrezcan rendimientos para potenciar nuestros ahorros.
Es crucial que, en medio de esta situación económica desafiante, exploremos opciones que nos ayuden a proteger nuestro poder adquisitivo. Invertir en activos que generen rendimientos puede ser una estrategia eficaz para mitigar el impacto de la inflación. Educarnos en finanzas y buscar asesoría puede marcar una diferencia significativa en nuestra estabilidad económica.