FMI señala un desaceleramiento en la economía mexicana
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio una alerta el viernes al destacar que la actividad económica en México está presentando una moderación, en parte a causa de la política monetaria restrictiva. Esto ha llevado a que tanto el consumo privado como la inversión estén en una fase de desaceleración, así como el crecimiento del empleo. Según un comunicado del FMI, aprobaron la revisión de medio plazo de una línea de crédito flexible (LCF) de aproximadamente 35,000 millones de dólares para México, la cual fue acordada en noviembre de 2023 por un período de dos años.
La Comisión de Cambios, que incluye a la Secretaría de Hacienda y al banco central del país, emitió posteriormente un comunicado indicando que seguirá en la ruta gradual de salida de la LCF, como se había anunciado en 2017. "La actividad económica está disminuyendo, el consumo privado y la inversión están desacelerando y el crecimiento del empleo también se está deteniendo", comentó el FMI, atribuyendo estos resultados a la política monetaria restrictiva por parte del Banco de México (Banxico). Desde agosto, Banxico comenzó a bajar la tasa de interés clave, llevándola a un 10.5% a finales de septiembre, en un contexto de enfriamiento inflacionario y debilidad económica. De acuerdo con el FMI, las presiones inflacionarias están cediendo en el país, y se anticipa que los precios al consumidor logren el objetivo del 3% hacia 2025. "A pesar de la política fiscal expansiva, se prevé que el crecimiento económico se desacelere a alrededor del 1.5% este año", alertó el fondo. Para mantener la sostenibilidad fiscal, se requerirá una consolidación fiscal considerable, apoyada por medidas bien definidas, sugirió el FMI. También enfatizó que México cuenta con reservas importantes, una posición externa sólida y una efectiva supervisión financiera. Sin embargo, advirtió que la segunda economía más grande de Latinoamérica sigue enfrentando significativos riesgos externos en un entorno de incertidumbre continua.
La economía mexicana se encuentra en un momento crítico, donde la política monetaria juega un papel importante en el crecimiento futuro. Es esencial que se implementen estrategias efectivas no solo para frenar la desaceleración, sino también para fomentar un entorno favorable para la inversión y el consumo, lo que a su vez podría revitalizar el mercado laboral y asegurar una recuperación sostenida. La prudencia en la política fiscal, junto con un manejo adecuado de las tasas de interés, será clave para enfrentar los retos que se avecinan.