Negociaciones en curso sobre aranceles de acero y aluminio; México aún sin un pacto final
El titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, comentó que la próxima semana se tocará el asunto de los aranceles aplicados al acero y aluminio, tema en el que se espera llegar a un acuerdo para evitar que entren en vigencia el 12 de marzo. Resaltó que México importa más acero y aluminio de lo que envía a Estados Unidos, lo que, a su juicio, no justifica la aplicación de estos aranceles.
El pasado 10 de febrero, el gobierno de Donald Trump anunció un aumento del 25% a las importaciones de acero y aluminio. Estos aranceles se impondrán desde el 12 de marzo a todos los productos importados destinados al consumo en Estados Unidos. Esta acción anula todas las exenciones y acuerdos previos establecidos en la Sección 232 de 2018, afectando a países como Australia, Corea del Sur, Canadá, México, Brasil, Japón, Reino Unido y la UE, los cuales tendrán que abonar el mencionado arancel del 25%. En lo que respecta al comercio en general con EE. UU., la mayor parte de las exportaciones mexicanas permanecerán libres de tarifas, gracias a un convenio reciente que respeta las normativas del tratado vigente. Según Ebrard, la mayoría de las operaciones comerciales de México que cumplen con las reglas del T-MEC seguirán exentas de aranceles, aunque hay un pequeño segmento de exportaciones, entre el 10 y el 12%, que caen bajo la cláusula de "nación más favorecida", un mecanismo internacional que facilita condiciones preferenciales a los países que no pueden cumplir con las reglas de origen del tratado. “Vamos a colaborar con las empresas que no puedan cumplir con estas normativas, especialmente en la industria automotriz y otras relacionadas”, comentó Ebrard. El 2 de abril se convertirá en una fecha clave, ya que se presentará un informe sobre el comercio exterior de Estados Unidos, el cual definirá el rumbo de estas tarifas. “Tendremos un panorama claro, no solo con respecto a México, sino a todos los países del mundo”.
Es crucial que México refuerce sus lazos comerciales y busque alternativas que minimicen el impacto de estos aranceles. Las empresas deben adaptarse a las nuevas normativas para poder seguir siendo competitivas, y el gobierno tiene la responsabilidad de apoyar a los sectores más afectados, garantizando un crecimiento sostenible en la economía nacional.