Una Nueva Visión Industrial para el Futuro de México
México necesita una estrategia industrial integral adaptada a la realidad económica actual, que aborde los múltiples desafíos que enfrenta el país. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), una política que se alinee con el contexto nacional debería crear las condiciones propicias para fortalecer a las empresas locales y mejorar su integración dentro de las cadenas de producción globales.
El informe del IMCO señala que en las últimas dos décadas, el valor añadido de las exportaciones en el sector manufacturero ha permanecido estancado. En 2003, representaba el 40.2% del valor de dicha producción y en 2022 apenas alcanzó el 40.4%. "A pesar de que se han logrado ciertos avances en el comercio internacional y se han creado millones de empleos relacionados, nuestras empresas de proveeduría no han logrado consolidarse, y las exportaciones han dependido en gran medida de insumos intermedios importados", menciona el estudio. Manifiestan que México ha optado por una política de apertura comercial en lugar de una estrategia industrial centrada en el desarrollo de sectores clave. En este contexto, sugieren la creación de una política industrial sólida y bien estructurada que impulse industrias estratégicas, apoyada en pilares como la innovación, la digitalización, la integración productiva y el acceso a financiamiento. También se requiere modernizar la infraestructura física, considerar la sostenibilidad ambiental, fortalecer el estado de derecho, así como avanzar en materia fiscal y comercial, y potenciar el talento humano. "Implementar una política industrial representa una oportunidad para revitalizar la manufactura, estimular el crecimiento y alcanzar mayores niveles de desarrollo económico que beneficien a la población", concluye el IMCO.
En tiempos de cambios constantes y globalización, es imprescindible que México reoriente su enfoque hacia el desarrollo de una política industrial sólida. Esto no solo puede ayudar a reducir la dependencia de insumos importados, sino también a crear un ecosistema de negocios más competitivo y sostenible que fomente la innovación y el crecimiento económico inclusivo. La inversión en infraestructura y talento humano es clave para lograr estos objetivos y hacer de México un jugador fuerte en la economía global.
