La Nueva Jugada del SAT de Sheinbaum: Atraer a los Contribuyentes con Beneficios Atractivos
Con un enfoque dulce hacia las finanzas, el gobierno busca atraer a los contribuyentes incumplidos utilizando descuentos en deudas a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT). La propuesta de la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) tiene el objetivo de lanzar un programa de regularización fiscal que beneficiaría a personas físicas y micro, pequeñas y medianas empresas, facilitando el proceso de pago de adeudos con las autoridades fiscales y fomentando así el cumplimiento voluntario de sus responsabilidades tributarias.
Sin embargo, hay ciertas restricciones. Este programa pretende ser “sustancialmente diferente” de las reducciones fiscales de años pasados que, en su mayoría, beneficiaron a contribuyentes grandes, resultando en la pérdida de miles de millones de pesos en recaudación. Durante los mandatos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, entre 2006 y 2013, se implementaron programas de condonación que eliminaron más de 572,743 millones de pesos en deudas fiscales, además de otorgar beneficios por 172,335 millones, según información de Fundar. A diferencia de esos perdones fiscales, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador optó por una estrategia de fiscalización estricta, reclamando adeudos de grandes contribuyentes hasta de los últimos cinco años.
Para beneficiarse de este nuevo programa, tanto personas físicas como morales deberán tener ingresos anuales de hasta 35 millones de pesos. La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, indicó que todos los contribuyentes que se ajusten a este límite, sin importar su régimen fiscal, incluidos en la ILIF, podrán recibir un estímulo fiscal que cubra multas, recargos y gastos de ejecución adeudados; de tal manera que solo tendrían que abonar las contribuciones o cuotas actualizadas. Quienes hayan sido condenados por delitos fiscales, no hayan aclarado los cargos en su contra, o hayan disfrutado de condonaciones fiscales previas, no tendrán acceso a estos beneficios. Este programa está previsto para aplicarse solo en el ejercicio fiscal de 2025, incluyendo adeudos de 2023 o anteriores, y las solicitudes deberán presentarse ante el SAT o las autoridades fiscales estatales.
Para garantizar una implementación eficiente, el fisco suspendirá procedimientos administrativos de ejecución y no requerirá garantías para el interés fiscal, devolviendo los bienes embargados tras el respectivo pago. Además, el contribuyente deberá reconocer su adeudo y aceptar que su solicitud no podrá ser impugnada. Esta iniciativa se enmarca dentro de la disposición transitoria trigésima cuarta en la ILIF.
En conclusión, este programa puede ser visto como una estrategia para equilibrar la balanza fiscal, buscando que más contribuyentes se regularicen en lugar de caer en la pena del incumplimiento. Sin embargo, es fundamental que los contribuyentes tengan en mente que es mejor mantener un estado de cumplimiento continuo, ya que una mala administración de sus obligaciones fiscales puede llevar a consecuencias financieras complicadas en el futuro.