Tabasco y Campeche: Más que Petróleo, Apostando por la Agroindustria

07:27 09/10/2024 - PesoMXN.com
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Las principales regiones petroleras de México están trazando nuevos caminos económicos. La presidenta Claudia Sheinbaum ha incorporado a Tabasco y Campeche en un “plan especial” para fomentar la producción de carne, leche y arroz. Expertos y empresarios creen que esta iniciativa podría ser clave para diversificar la economía de estos estados ricos en petróleo y fortalecer el sector agroalimentario, aunque se enfrentarán a varios desafíos para llevarlo a cabo.

La proporción entre los ingresos que genera la extracción de petróleo y el sector agroalimentario es notablemente distinta. Según datos del Inegi, la minería petrolera aporta un 72.4% al PIB de Campeche y un 43.5% al de Tabasco, mientras que el sector agroalimentario solo representa un 1.2% del PIB en Campeche y un 1.7% en Tabasco. Esto sugiere un posible cambio de dirección para estas entidades, donde la industria petrolera no ha tenido un impacto significativo en la economía local. Además, en esta administración se ha propuesto limitar la producción de crudo a 1.8 millones de barriles por día y dar impulso a las energías renovables. Víctor Ayala, director de analítica de datos en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señala que, aunque la actividad petrolera se contabiliza como parte de la economía de Tabasco y Campeche, su valor agregado no se distribuye dentro de estas entidades. “La mayor parte de los beneficios derivados de la venta de petróleo se transfieren directamente a la Federación para el gasto federalizado, lo que implica que otros sectores son los que realmente dinamizan el mercado interno de estas regiones”, explica. Para Ayala, impulsar actividades relacionadas con el mercado local, como la producción de leche, carne y arroz, parece ser una estrategia interesante. “Si las cadenas de suministro están bien estructuradas y la estrategia de venta está correctamente definida, el mercado interno puede activarse sin mayores problemas”, comenta Ayala.

¿Tienen viabilidad para la producción de carne en Tabasco y Campeche? Según datos del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), la posibilidad de aumentar la producción cárnica en estas regiones depende de un factor clave: la disponibilidad de granos forrajeros (sorgo, trigo, maíz, cebada). Aunque su agricultura tiene un enfoque más hacia cultivos agroindustriales como caña de azúcar, palma africana y frutales, en Campeche solo el 14% de la cosecha de maíz es de grano amarillo, que se utiliza para alimentar ganado, mientras que en Tabasco todo el maíz es grano blanco. “El crecimiento de la actividad ganadera orientada a la producción cárnica enfrenta numerosos retos, siendo la disponibilidad de granos forrajeros uno de los más importantes, junto con el costo de transporte y la ubicación de las ganaderías”, señala. De acuerdo con Comecarne, Campeche produce aproximativamente 54,000 toneladas anuales de carne, posicionándose en el lugar 27, mientras que Tabasco logra 112,000 toneladas, ocupando el lugar 20 a nivel nacional. Las carnes de pollo, cerdo y bovino son las más producidas en ambas entidades. El consejo está dispuesto a apoyar proyectos que contribuyan a incrementar la producción cárnica regional y nacional, cuidando los recursos naturales y garantizando la calidad y precios accesibles para los consumidores.

Tabasco y Campeche no se convertirán en un gran centro lechero. René Fonseca, director general de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), comenta que fomentar la producción de leche en estos estados es positivo, aunque no alcanzarán a ser un gran centro de producción. “Todo esfuerzo para impulsar el sector lechero es bienvenido, espero que se haga de manera coordinada con los gobiernos estatales, integrando tanto la producción como la comercialización adecuadamente”. En el ámbito nacional, Tabasco está en el lugar 19 de producción de leche, con un 0.8%, y Campeche en el 24 con un 0.3%, lo que representa apenas un 1.1% de la producción total. “El objetivo es fortalecer el mercado local, generando empleos e ingresos en esas entidades”, señala Fonseca. Sin embargo, el ganado necesario para la producción, como el retinto, es complicado de mantener por las condiciones climáticas. El ganado girolando podría ser una opción, ya que también produce carne. Fernando Cruz, socio director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), concuerda en que en el Sur-Sureste se utilizan métodos de producción de doble propósito, lo que no siempre se traduce en la mejor genética para la producción lechera.

Recuperando la producción de arroz. Cruz destaca que el Sur-Sureste solía ser un importante productor de arroz, pero la baja productividad ha llevado a su declive en la producción. A día de hoy, el 80% del arroz consumido en México es importado, debido a que países como Estados Unidos y Uruguay son más eficientes en su producción. Este plan no es exclusivo de Sheinbaum, ya que surgió de administraciones anteriores, pero quedó sin concretarse. “Se planteó generar distritos de riego, que son áreas donde se canaliza el agua para irrigar cultivos, especialmente arroz. Esta es una buena idea, pero necesita infraestructura para llevarse a cabo”, dice Cruz. Datos del gobierno de Tabasco indican que hay 640,987 hectáreas potenciales para cultivar arroz en 15 municipios. Campeche, en 2022, produjo más de 46,000 toneladas de arroz, siendo el segundo mayor productor del país. Sin embargo, Cruz señala que hay muchas propuestas, pero faltan planes concretos que indiquen cómo se llevará a cabo, qué participaciones tendrá el sector privado y cuál será la respuesta del gobierno. “Es común oír hablar de buenas intenciones, pero pocas veces se ven resultados tangibles”.

Este tipo de iniciativas son fundamentales para impulsar la economía local y diversificar las fuentes de ingreso en Tabasco y Campeche. Si se implementan de manera adecuada, podrían no solo reducir la dependencia del petróleo, sino también fortalecer la seguridad alimentaria en estas regiones. Sin embargo, la clave estará en crear infraestructuras adecuadas y estrategias de mercado efectivas que garanticen la sostenibilidad de estas actividades productivas a largo plazo.

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