Desafíos en el Presupuesto 2025 para el Nearshoring
El gasto público destinado a la infraestructura para el próximo año no será suficiente para atraer inversiones de nearshoring y para hacer que la economía crezca a los niveles esperados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), según los expertos. En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025, aprobado recientemente por el Congreso, la inversión física se fijará en 847,300 millones de pesos, lo que apenas representará el 2.3% del PIB, el porcentaje más bajo desde 2019, que fue de 2.2%, y menor al 2.7% proyectado para cerrar el 2024, según el análisis de México Evalúa. Comparado con 2024, y tras los ajustes hechos en la Cámara de Diputados al PEF 2025, esto supone un recorte del 11.6%, es decir, alrededor de 111,283 millones de pesos, enfocándose en la infraestructura energética, vial y hídrica. Los analistas de México Evalúa advierten que esto podría restringir la creación de ingresos a futuro, el desarrollo de México y su capacidad para captar inversiones por nearshoring.
“Los requerimientos de inversión en infraestructura son muy críticos, y el paquete económico 2025 está reduciendo incluso la asistencia para proyectos de obra pública. El gran reto para el país es mantener su competitividad, lo que requiere una infraestructura sólida; sin embargo, estamos bastante rezagados en nuestra capacidad para generar energía eléctrica, especialmente la energía limpia. Durante el sexenio anterior, prácticamente no se hizo inversión en expandir la red carretera, y hay un gran pendiente en el mantenimiento de dicha red”, dijo José Domingo Figueroa Palacios, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). Figueroa Palacios añadió que todas estas áreas son cruciales para atraer a las empresas que desean abastecer el mercado estadounidense desde México. Al revisar el plan de inversión del gobierno, se observa que a pesar de los anuncios de grandes obras de trenes de pasajeros, la inversión en transporte terrestre se reduce en 27,000 millones de pesos en comparación con lo aprobado para 2024. Igualmente, se notifican recortes significativos en infraestructura relacionados con hidrocarburos por 49,000 millones y 19,500 millones menos para infraestructura hidroagrícola, detalló México Evalúa. "El aspecto positivo es que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) está recuperando su papel en el desarrollo de obra pública frente a las Fuerzas Armadas", resalta Jorge Cano, investigador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas en México Evalúa. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la proporción ideal de inversión en infraestructura respecto al PIB no debería ser menor al 5%; el nivel más cercano ha sido del 4.5% alcanzado en 2010 y 2014, según registros de la SHCP. En cuanto a la proporción del gasto público total, también se verá una caída, pasando de 10.1% en 2024 a 9.1%, lo que denota una menor relevancia de la inversión física en el gasto público.
Frente a los recortes en la inversión física y la caída en los ingresos petroleros, tanto México Evalúa como el IMEF expresan su preocupación por la negativa del gobierno a permitir la participación del sector privado en la inversión pública. El Paquete Económico no incluye nuevos proyectos de asociaciones público privadas (APP) para el próximo año, y no se han presentado nuevas iniciativas desde 2019. Según Cano, en 2024 había 18 proyectos heredados de administraciones anteriores bajo este esquema, mientras que para 2025 sólo se consideran 13. “Esto limita aún más las oportunidades de crecimiento económico para el país", subrayó el investigador de México Evalúa. “Desde el IMEF hemos insistido en que es vital la colaboración entre el gobierno federal y la inversión privada, regresando a los esquemas de las APP para poder realizar inversiones significativas en infraestructura y mantener la competitividad del país”, añadió el presidente del instituto. Carlos Ramírez, socio y co-director de Integralia, señaló que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se cerraron las APP, y la inversión se concentró en proyectos prioritarios, principalmente en el sur, dejando de lado al norte, donde se concentra la mayor inversión de nearshoring. “Ahora la gran incógnita es si el gobierno de Sheinbaum cambiará el enfoque sobre la inversión privada. La inversión privada puede ayudar a llenar los vacíos que deja la inversión pública, siempre y cuando el gobierno sea pragmático y permita nuevamente la participación privada en el sector energético y en general en el sector de infraestructura; hasta ahora, lo que hemos visto son algunas señales esperanzadoras, pero todavía existe resistencia por parte del nuevo gobierno a abrir la puerta a una participación privada real en estos aspectos”, comentó Ramírez.
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En resumen, el panorama del presupuesto 2025 refleja un gran reto para la economía mexicana. Si el gobierno no adopta un enfoque más abierto hacia la inversión privada, podría mermar el crecimiento en sectores claves como el nearshoring. La colaboración entre el sector público y privado es fundamental para impulsar el desarrollo económico y garantizar la competitividad del país en una economía global en constante cambio.
