Sheinbaum inicia su mandato con una mejora en ingresos fiscales y descenso en los del petróleo

En octubre de 2024, durante el primer mes del nuevo gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, los ingresos petroleros cayeron un 59% en comparación con el mismo mes del año anterior, mientras que los ingresos fiscales subieron un 6%, según reveló la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en su más reciente reporte mensual sobre finanzas y deuda pública. A pesar de que la recaudación de ingresos fiscales fue 15.2 veces superior a la de los ingresos petroleros, esta no logró compensar lo que el sector público recibe por la explotación, venta y exportación de petróleo. Además, dentro de los impuestos, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) mostró una caída del 11.8% en octubre de 2024 comparado con el mismo mes del 2023, a pesar de que los ingresos por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) aumentaron un 6.2%.

Más impuestos Aumento en impuestos de importación

Por lo tanto, el total de los ingresos del presupuesto reportó un saldo negativo de 3.8% en términos reales anual. Aunque la recolección de impuestos se elevó un 23.2% en octubre de 2023, solo creció un 6.1% en octubre de 2024. La caída del 59% en los ingresos petroleros es la más alta desde el descenso del 51.1% en octubre de 2020. El gobierno de Sheinbaum empezó con un 89% de los ingresos fiscales como parte total del ingreso público, la segunda cifra más alta de octubre de 2020; sin embargo, los ingresos petroleros fueron de solo 5.8%, la cifra más baja desde el 6% en 2020. En su informe de octubre, Hacienda atribuyó el crecimiento de los ingresos fiscales a los esfuerzos por mejorar la eficiencia en la recaudación. Entre las primeras medidas del gobierno de Sheinbaum, el 3 de octubre el SAT implementó simplificaciones y digitalización de trámites. De los 12 trámites, nueve ya se pueden realizar de manera digital, lo que ha permitido que la atención a contribuyentes en oficinas sea más rápida. Según Hacienda, en el periodo de enero a octubre, los ingresos fiscales crecieron un 5.3% en términos reales anuales, registrando el segundo crecimiento más alto desde 2016, impulsado por la fortaleza de la actividad económica y los esfuerzos recaudatorios. En el mismo periodo, “el buen desempeño del consumo privado permitió que la recaudación del IVA aumento en un 2.3% real respecto a enero-octubre de 2023, contribuyendo con un 12.4% al crecimiento total de la recaudación. Por su parte, los ingresos por ISR elevaron su cifra un 1.5% real anual en el mismo periodo, apoyados por el incremento del 6.2% real observado en octubre”, precisó Hacienda. La recaudación total del IEPS tuvo un incremento del 33% real en comparación con enero-octubre de 2023, gracias al aumento en los ingresos de combustibles, que creció un 65.3% en términos reales. De enero a octubre, la recaudación del impuesto a las importaciones se elevó un 31.7% real anual debido a la implementación de aranceles en ciertos sectores y contra países sin tratados comerciales. Este rubro contribuyó con un 13.1% al crecimiento de la recaudación, superando en 28,000 millones de pesos lo previsto. Los ingresos no tributarios mostraron una reducción real anual del 1.6% respecto a enero-octubre de 2023, debido a menores derechos y productos, pero fueron superiores al programa en 66,000 millones de pesos. Los ingresos petroleros se redujeron un 12.4% real anual de enero a octubre, como resultado de una menor producción de crudo y un precio más bajo del gas natural. A pesar de esto, los ingresos de Pemex, que representaron el 84% del total de ingresos petroleros, crecieron un 10.1% real gracias a las medidas tomadas para mejorar la operación de la empresa. En el acumulado hasta octubre, los ingresos del IMSS, el ISSSTE y la CFE también mostraron incrementos de 7.3%, 5.1% y 1.6% real anual, superando en conjunto lo programado en 91,000 millones de pesos.

Aunque los sólidos ingresos fiscales son un signo positivo para la economía mexicana, la dependencia de los ingresos petroleros y su fuerte caída representan un reto importante. La diversificación de fuentes de ingreso y la mejora en la eficiencia tributaria son esenciales para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo, especialmente en un contexto global volátil.