Descalabro en la Inversión Extranjera en Estados Fronterizos ante el Impulso del Nearshoring
Los estados del norte de México como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas se perfilaban como los más adecuados para aprovechar el nearshoring. Sin embargo, las cifras más recientes de la Secretaría de Economía indican que la Inversión Extranjera Directa (IED) ha tenido más tropiezos que éxitos. En la primera mitad de 2024, la IED total en estos estados fue de 6,028 millones de dólares, lo que representa una caída del 37% en comparación con el mismo periodo en 2023. El caso más drástico es el de Sonora, que experimentó un descenso del 96%, pasando de 2,577 millones de dólares en el primer semestre de 2023 a apenas 105 millones en el mismo lapso de 2024.
Coahuila también vio su IED resentida, bajando de 1,201 millones a 392 millones, lo que equivale a una disminución del 67.4%. Nuevo León, considerado por su gobernador Samuel García como el más atractivo, también se sumó a la lista de estados en declive, con una caída del 15.4%, al pasar de 2,725 millones a 2,304 millones. Los únicos en registrar un aumento en la inversión extranjera fueron Baja California y Tamaulipas. Baja California reportó una IED de 1,809 millones de dólares, un incremento del 18%, frente a los 1,535 millones del primer semestre de 2023. Tamaulipas, por su parte, vio un leve aumento del 2.7% al alcanzar 342 millones de dólares entre enero y junio de 2024.
A pesar de que los estados del norte históricamente captan gran parte de la IED gracias a su sector manufacturero y a su proximidad con Estados Unidos, se esperaba un mayor desarrollo del nearshoring tras la pandemia de Covid-19. Según el Banco de México, las ciudades con más potencial para la relocalización están mayormente en la región norte, incluyendo Saltillo, Juárez, Tijuana, Reynosa, Monclova, Mexicali, Ensenada, Hermosillo, Chihuahua, Matamoros, Nogales y Tampico, todos ellos en estados fronterizos. Además, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) coincide en que estas entidades están mejor preparadas para atraer inversiones, debido a su cercanía con EE.UU., que les otorga mejores condiciones laborales, una mayor apertura comercial y una diversificación en sus sectores. Sin embargo, la Secretaría de Economía reveló que de las 15 entidades que concentran el 75% de los anuncios de inversión, solo tres pertenecen a la frontera: Nuevo León (9%), Coahuila (5%) y Baja California (4%).
La consultora Bain & Company ha señalado uno de los principales obstáculos para desarrollar el potencial del nearshoring en México: la infraestructura. A pesar de la ubicación estratégica del país, la infraestructura logística y de transporte está rezagada comparada con la de otras naciones e incluso ha empeorado desde 2018. Carreteras, puertos y ferrocarriles, especialmente la conectividad intermodal, requieren inversión para soportar el aumento de demandas en el sector manufacturero, especialmente en los estados del norte. En general, ni la IED ni las exportaciones han mostrado un crecimiento real acelerado, a diferencia de otros destinos nearshoring, sobre todo en economías asiáticas en desarrollo. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Chihuahua ha admitido que el nearshoring no ha despegado como se esperaba, complicándose más por la falta de energía eléctrica, escasez de agua y mano de obra. “La oportunidad dorada de relocalizar cadenas productivas más cerca de los mercados no se ha aprovechado, pues las empresas no encuentran lo básico para operar, como la energía eléctrica. Muchas inversiones están yendo a Asia, sobre todo a Corea del Sur,” comentó hace unos meses.
En Ciudad Juárez, se encuentran seis proyectos de inversión paralizados por esta problemática, lo que ha llevado a los desarrolladores de parques industriales a tener cuidado, ya que el nearsoring no será lo que se pensaba. Aparte de los retos infraestructurales, hay preocupaciones por la incertidumbre política respecto a la reforma al Poder Judicial; de hecho, compañías estadounidenses han decidido pausar sus inversiones hasta que exista una mayor certidumbre jurídica. Las previsiones de IED por parte de analistas del sector privado han sido ajustadas a la baja. Se inicialmente proyectaban 40,554 millones de dólares para este año, pero ahora se estima que será de 37,435 millones.
Es evidente que los desafíos que enfrenta el nearshoring son significativos y que la falta de infraestructura adecuada limita el potencial de México para atraer inversiones extranjeras. Si el país desea aprovechar las oportunidades que el contexto internacional ofrece, será fundamental invertir en mejorar su infraestructura y condiciones de operación, además de crear un entorno jurídico confiable para fomentar un crecimiento sostenible a largo plazo.