Impacto de la Eliminación de Subsidios a Combustibles en México
La supresión y recorte de subsidios para las gasolinas y el diésel implementada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) representa un obstáculo para que los ciudadanos mexicanos experimenten reducciones notables en los precios finales, a pesar de la caída proyectada en los precios del petróleo y sus derivados hacia el final de este año. Este viernes, los combustibles Magna, Premium y diésel cumplen dos semanas consecutivas sin descuentos en las cuotas del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Y ahora van por su tercer semana sin disminuciones del 21 al 27 de septiembre, según la información proporcionada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
“En el ámbito internacional, las perspectivas de un crecimiento económico reducido en China empiezan a modificar el panorama petrolero en cuanto a los precios del crudo hacia el final del año, lo que implica que habrá menores cotizaciones del combustible, lo cual podría traducirse en una baja en los precios de las gasolinas”, comentó Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors. Sin embargo, la eliminación de subsidios por parte de la Hacienda, ante la necesidad de aumentar ingresos, evitará que esto se materialice en México. Cuando los precios de la gasolina suben, Hacienda reduce la cuota del IEPS que impone a estos combustibles, buscando evitar incrementos bruscos en el precio final, lo que significa menos recaudación para el gobierno, explicó Ramses Pech, analista en Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Por otro lado, cuando los precios bajan, Hacienda incrementa esta cuota hasta su nivel máximo, impidiendo que, aunque los distribuidores compren el combustible a menor costo, los precios finales reflejen esa disminución. Esto a su vez genera una mayor recaudación fiscal. Desde enero hasta julio, Hacienda recaudó 232,207 millones de pesos por el IEPS a combustibles, lo cual representa un aumento del 92% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, mientras la recaudación crece, los ciudadanos se enfrentan a menores subsidios, resultando en un costo más alto en gasolina. Durante todo el año, la Premium no ha recibido ningún estímulo fiscal, mientras que el diésel y la Magna han tenido ayudas muy limitadas y en comparación con los subsidios del año pasado, han sido bastante deficientes. Los especialistas anticipan que la eliminación y reducción de los subsidios continuará hasta fin de año, dado que el gobierno necesita generar más ingresos para combatir el déficit fiscal, lo cual está bajo la atención de las agencias calificadoras. “El enfoque fiscal actual se centra en el IEPS; la reducción (de apoyos fiscales) está estrechamente relacionada con el bajo costo al que el país adquiere los combustibles, y el margen que esto proporciona para aumentar la recaudación de IEPS; pienso que esto es parte del plan para revertir el déficit fiscal”, opinó Rolando Silva, vicepresidente fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
Es preocupante cómo la eliminación de subsidios a los combustibles afecta directamente el poder adquisitivo de los mexicanos. Si bien es vital mejorar la recaudación fiscal para estabilizar la economía, este tipo de políticas debe considerar el impacto en la población, que ya enfrenta altos costos en diversos bienes y servicios debido a la inflación. La falta de estímulos fiscales para la gasolina, sobre todo en un contexto de altos precios internacionales, solo añade más presión económica a los hogares mexicanos. Un equilibrio entre la necesidad de ingresos del gobierno y el bienestar de los ciudadanos es crucial para un crecimiento sostenido y equitativo.