Perspectivas Desalentadoras para el Crecimiento en América Latina en 2025

América Latina se perfila como la región con menor crecimiento global este año, registrando un 2.1%, según un aviso del Banco Mundial emitido este miércoles. Este organismo destaca que la escasa inversión, el elevado endeudamiento y la inestabilidad económica mundial son los principales obstáculos que enfrenta la región. En un adelanto del informe sobre América Latina y el Caribe, la entidad muestra su inquietud por las tensiones comerciales causadas por los aranceles establecidos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En este marco, el Banco Mundial augura un crecimiento económico regional de 2.1% para este año y de 2.4% en 2026, pero a diferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), no anticipa una contracción económica en México, sino más bien un estancamiento. Las proyecciones de crecimiento para 2025 en las dos economías más grandes de la región, Brasil y México, han sido recortadas desde las actualizaciones de enero del Banco Mundial. Para México se estima un crecimiento nulo este año, en comparación con la proyección anterior de expansión del 1.5%, mientras que Brasil se espera crezca un 1.8%, bajando del 2.2%. En el caso de Argentina, se prevé un crecimiento del 5.5%; en Colombia, del 2.4%; en Chile, del 2.1%; en Perú, del 2.9%; en Ecuador, del 1.9%; en Bolivia, del 1.2%; República Dominicana, 4%; El Salvador, 2.2%; Costa Rica y Panamá, ambos 3.5%; Paraguay, 3.5%; Nicaragua, 3.4%, y Uruguay, 2.3%. Por su parte, Haití anticipa una contracción económica del 2.2%. “El aumento de los aranceles y los niveles de incertidumbre comercial más altos en diez años han limitado la integración de la región en las cadenas de suministro de Estados Unidos, poniendo en riesgo los trabajos en las industrias vinculadas a las exportaciones”, advierte el Banco Mundial. Los acuerdos recientes entre México y Mercosur con la Unión Europea son considerados “un avance hacia la diversificación de mercados”, aunque se necesita “atender una agenda pendiente de hace décadas en términos de infraestructura, educación, regulación, competencia y política fiscal”, subraya el informe. Además, se menciona que la reducción de la ayuda externa al desarrollo, tras la minimización de USAID por parte de Trump, impactará en Haití, en la preservación del Amazonas en América del Sur y en el apoyo a “los migrantes venezolanos en los diferentes países receptores”. En lo que respecta a la situación fiscal, el BM indica que el gasto público “permanece alto” y que los déficits son “considerables”. A nivel general, la progresión en la disminución de la deuda sigue siendo lenta: la relación deuda-PIB subió en 2024 a 63.3% (comparado con el 59.4% en 2019). La disminución de la pobreza continúa, aunque a un ritmo más pausado, con estimaciones para 2024 que pronostican que la pobreza monetaria caerá al 24.4% de la población de América Latina y el Caribe, desde el 25% en 2023. No obstante, el Banco Mundial prevé que la desigualdad se mantendrá elevada. “El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por niveles de incertidumbre más altos”, afirma Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, en un comunicado. “Los países deben ajustar sus estrategias y promover reformas audaces que impulsen la productividad y competitividad”, añade.
En cuanto al desarrollo de la inteligencia artificial, que genera inquietud en algunos sectores de economías avanzadas, “su adopción se está dando de manera más lenta” en la región, donde entre el 26% y el 38% del empleo podría ser afectado por esta tecnología, señala el BM. Además, se indica que entre el 7% y el 14% de los trabajos en América Latina podrían volverse más productivos gracias a la inteligencia artificial, especialmente en áreas como educación, salud y servicios personales. La transición hacia energías más limpias también repercute en la demanda laboral. “La ocupación en sectores con bajas emisiones de gases de efecto invernadero es aún reducida, alrededor del 10%, mientras que en los sectores con emisiones altas, como la agricultura, es más común”. Las políticas de Trump podrían tener efectos más amplios si cumple su promesa de llevar a cabo masivas deportaciones de migrantes sin estatus migratorio legal en Estados Unidos. Por ahora, las nuevas regulaciones migratorias han logrado redirigir los flujos migratorios. “Aproximadamente el 20% de los nuevos migrantes se dirigen a Estados Unidos”, que sigue siendo el destino principal, “mientras que el 61% se dirige a otros países de América Latina y el Caribe y el resto se distribuye en diferentes partes de Europa”, según las estimaciones del informe. Las remesas siguen siendo significativas en varios países, representando más del 15% del PIB en naciones como Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití y Jamaica.
La situación del crecimiento en América Latina resalta la importancia de diversificar sus economías y buscar nuevas fuentes de inversión. Es esencial que los países de la región aprovechen las oportunidades que presenta la transición energética y la digitalización, pues esto no solo podría crear empleos más sostenibles, sino también mejorar su competitividad en el mercado global. La implementación de políticas públicas adecuadas que fomenten la innovación y reduzcan la desigualdad será clave para el futuro económico de la región.