México desmiente que China lo use como puente para enviar productos a EE. UU.
La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó el viernes que China esté utilizando a México para enviar sus productos a Norteamérica. Esto sucede en medio de las crecientes preocupaciones de sus socios regionales, Estados Unidos y Canadá, sobre los vínculos comerciales entre México y el gigante asiático.
Esta relación se convertirá en un tema central durante la revisión del tratado comercial T-MEC programada para 2026, especialmente porque en EE. UU. y Canadá llevan meses expresando inquietudes sobre las importaciones e inversiones chinas en territorio mexicano. "La idea de que los productos chinos están entrando a EE. UU. a través de México es errónea", afirmó la mandataria en una conferencia de prensa, en respuesta a las dudas planteadas por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre el futuro del acuerdo trilateral. Trudeau expresó el jueves que Canadá desea que el T-MEC continúe, pero que podría explorar otras alternativas dependiendo de las decisiones que tome México. Además, reveló que había compartido con Sheinbaum sus inquietudes sobre las inversiones chinas en México. "Protegeremos los empleos y el crecimiento en Canadá a largo plazo. Lo ideal sería hacerlo como un mercado estadounidense unificado, pero dependiendo de las decisiones que tome México, es probable que tengamos que evaluar otras opciones", agregó el primer ministro. En el marco de la reciente Cumbre del G20 en Brasil, Sheinbaum se reunió no solo con Trudeau y el presidente de EE. UU., Joe Biden, sino también con el presidente chino, Xi Jinping. Indicó que su administración planea sustituir las importaciones chinas con productos de origen mexicano. Los productos que reemplazarían a las compras en China incluirían aquellos manufacturados por empresas mexicanas y por aquellas con origen norteamericano o europeo que operan en México, precisó. Por su parte, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez, mencionó que el déficit comercial de México con China asciende actualmente a 80,000 millones de dólares y está en aumento, así que el Gobierno está evaluando opciones para mitigar esta situación. Estados Unidos, cuyas importaciones desde México en febrero superaron por primera vez en 20 años a las provenientes de China, podría endurecer su postura hacia ambas naciones cuando asuma Trump en enero, si el republicano cumple su promesa de incrementar los aranceles. Además, la administración de Biden ha estado trabajando para evitar que fabricantes de automóviles chinos establezcan fábricas en México, para no eludir los altos aranceles estadounidenses sobre los vehículos de China. La compañía de vehículos eléctricos china BYD, que espera abrir su primera planta en México pronto, ha indicado que su producción estará destinada principalmente al mercado local.
Es importante estar atentos a cómo estas dinámicas comerciales pueden impactar la economía mexicana a largo plazo. La búsqueda de sustituir importaciones por productos locales podría fortalecer la economía interna, pero también es esencial que estas medidas se implementen con cuidado para no comprometer la competitividad del país en el mercado internacional. La relación con EE. UU. y Canadá, en el marco del T-MEC, será crucial para mantener un crecimiento sostenible y equilibrado.
