El Voto Americano: Crecimiento Económico y Desafíos Inflacionarios

13:58 05/11/2024 - Eugene R.

La economía estadounidense está a punto de terminar el año con mejor desempeño de lo que se había anticipado, ya que los miedos a una recesión a corto plazo se van desvaneciendo. Como prueba de esto, el FMI ha ajustado su pronóstico de crecimiento a un 2.8% para este año. Sin embargo, persiste una gran inquietud por la inflación, que, aunque se ha controlado, hay elementos que podrían volver a dispararla. Ante esta situación, millones de estadounidenses se dirigen a las urnas.

El contexto de deuda e intereses genera desasosiego

La economía está en el centro de atención de los votantes. Según Deloitte, las señales indican que las autoridades han logrado domar la inflación sin provocar una recesión. Su pronóstico es relativamente optimista, esperando que la construcción industrial continúe potenciando la economía en los años venideros. Además, una reducción más rápida en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) podría permitir que las familias asuman más deuda, lo que respaldaría el consumo. "La tendencia en la economía estadounidense sigue siendo favorable. Se espera que el gasto de los consumidores crezca un 2.4% en 2024", señala la consultora. Sin embargo, existen riesgos que giran en torno a conflictos geopolíticos y políticas comerciales que podrían generar inflación persistente. En cuanto al empleo, se prevé que su crecimiento siga disminuyendo debido a cambios demográficos que afectan la participación laboral.

El Comité para un Presupuesto Federal Responsable, un grupo no partidista en EE. UU., advierte que el próximo presidente enfrentará numerosos retos fiscales, muchos de ellos ya existentes, pero ahora más urgentes. El primer desafío son los niveles récord de deuda, proyectándose que alcanzará un 107% del PIB para 2029, y podría crecer hasta un 115% o más para 2033 si se continúan tomando decisiones fiscales poco responsables. El segundo desafío son los crecientes costos de intereses, los cuales se proyecta que serán el gasto que más rápido aumentará en el presupuesto presidencial. Para el 2027, se espera que dichos costos superen el gasto total en defensa y alcancen un récord del 3.2% del PIB para 2030.

Según Gallup, la economía es el tema más crucial para los votantes estadounidenses al momento de elegir presidente. En su encuesta, el 52% considera que la economía es "extremadamente importante" y el 30% la califica como "muy importante", lo que denota que es un aspecto decisivo para casi nueve de cada diez. Los votantes creen que Donald Trump tiene mayor capacidad que Kamala Harris para gestionar la economía, con un 54% contra el 45%. En términos de proyección del FMI para este año, se espera que el promedio de crecimiento del PIB estadounidense sea del 3.5%, superior al 1.4% que cerró su administración Donald Trump, quien dejó la economía en negativo por la pandemia. En cuanto a la inflación, Joe Biden no ha tenido un buen desempeño, reportando 8% de inflación en 2022. La creación de empleos ha registrado una fuerte desaceleración durante la gestión de Biden, aunque aún así ha superado a Trump, quien perdió 9.2 millones de empleos en 2020 por la crisis sanitaria. Finalmente, en la balanza comercial, las importaciones superan a las exportaciones, incrementando el déficit con Biden, mientras que las tasas de interés de la Fed han subido considerablemente, alcanzando su nivel más alto en dos décadas en 2023.

En resumen, la economía de EE. UU. muestra señales mixtas: un crecimiento notable y un consumo robusto se enfrentan a desafíos significativos como la inflación y una deuda creciente. Para los votantes, este equilibrio resulta crucial en su decisión electoral, reflejando que la estabilidad económica es un pilar fundamental en la política actual. Todos estos elementos resaltan la importancia de políticas fiscales responsables y el manejo adecuado de la deuda para evitar futuros descalabros económicos.

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