México supera a China en la recepción de remesas

05:05 16/12/2024 - PesoMXN.com
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Desde el 2021, México ha tomado la delantera a China como el segundo país en el mundo que más remesas recibe. Aunque estas transferencias de dinero son una ayuda significativa para muchas familias mexicanas, también evidencian una economía que no crece con la rapidez necesaria, dejando a muchos sin empleo y sin los ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Según el Anuario de Migración y Remesas elaborado por BBVA en conjunto con el Consejo Nacional de Población (Conapo), México es el segundo mayor receptor, solo detrás de India. En el 2023, el país recibió un total de 63,300 millones de dólares en remesas, lo que equivale al 7.8% del total global de 821,000 millones. Para ponerlo en contexto, en 2020, México había recibido un 6.1% de un total de 717,000 millones. Por su parte, China ha disminuido su participación, pasando de un 8.9% en 2020 a un 5.8% el año pasado, según los mismos datos del Anuario.

¿Por qué ha disminuido el flujo de remesas hacia China? Las políticas industriales en China han cambiado, lo que ha llevado a una menor dependencia de las remesas. Desde 2021, un año después de que estalló la pandemia, México ha registrado cifras récord anuales, alcanzando los 41,700 millones en 2021 y proyectando 65,900 millones para este año. Gabriel Pérez del Peral, académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana (UP), señala que el aumento en el valor agregado de las exportaciones en China, junto con una reindustrialización del país, ha reducido la migración neta, o sea, más personas están quedándose en el país. El académico resalta que el hecho de que México sea el segundo receptor de remesas “es alarmante, pues evidencia una economía que no puede ofrecer empleos a todos sus ciudadanos.” A esto se suma el bajo crecimiento económico, que ha caído de un promedio del 2% a menos del 1% en el último año del mandato de Andrés Manuel López Obrador. Además, el producto interno bruto per cápita ha disminuido un 0.2% en los últimos cinco años, según Pérez del Peral.

La situación de las remesas en México también está influenciada por el nearshoring y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Con estos cambios, México ha escalado para convertirse en el principal socio comercial de Estados Unidos. A su vez, el flujo de manufacturas se ha ajustado, afectando patrones migratorios, según explica Sergio Castellanos, profesor del Tec de Monterrey. Aunque la guerra comercial tiene ya 25 años, acontecimientos recientes como el conflicto en Ucrania y el Brexit han tenido impacto en este panorama. Un factor cultural también juega un papel importante en el aumento de remesas hacia México, ya que los lazos familiares en las comunidades latinas son bastante fuertes, lo que lleva a que migrantes de generaciones más recientes continúen enviando apoyo financiero.

Por otro lado, hay aspectos negativos asociados a las remesas. Si bien benefician a alrededor de 10 millones de familias mexicanas, también reflejan la falta de oportunidades locales. Aunque se generen mejores condiciones en México para emplear a su población, la disparidad de ingresos seguirá impulsando a algunos a buscar oportunidades en Estados Unidos. Recordemos que en 2003, las remesas alcanzaron los 16,654 millones, aumentando considerablemente desde los 11,029 millones del año anterior. Un dato relevante es que las remesas pueden originarse de actividades ilícitas y han contribuido a un efecto inflacionario. “Estas remesas constituyen los ingresos de los más desfavorecidos, lo que aumenta el consumo en los mercados informales y dificulta la lucha contra la inflación, particularmente en servicios”, acentúa Gabriel Pérez del Peral. Un reto clave para México será encontrar maneras de aprovechar estas remesas para fomentar un crecimiento más productivo y sostenible. Castellanos enfatiza que se debe considerar las remesas como un ingreso formal que permitiría mejoras en la calidad de vida y el acceso a servicios financieros. Finalmente, advierte que si se concretan las amenazas de deportaciones masivas de Donald Trump, podríamos ver una desaceleración en el envío de remesas hacia el país.

En conclusión, aunque las remesas son una fuente vital de ingresos para muchas familias mexicanas, también sirven como un indicador de los desafíos económicos que enfrenta el país. Es crucial que se tomen medidas para transformar esta dependencia en oportunidades de crecimiento a largo plazo, en lugar de perpetuar un ciclo de migración y dependencia económica.

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