El Estricto Control del Gasto Público en Enero: Infraestructura y Materiales a la Baja

Durante el primer mes del año, se implementaron medidas de austeridad en la administración pública, donde los recursos destinados a materiales y suministros del gobierno, así como a la inversión en infraestructura, fueron los más afectados, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). En enero, el gasto neto del sector público se redujo en un 14.4% comparado con el mismo mes del año anterior, alcanzando un total de 719,258 millones de pesos. Este gasto resultó ser 203,274 millones de pesos menos de lo que estaba programado.
Poco se asignó para infraestructura, mientras que el gasto en deuda aumentó significativamente.
Esta reducción es equivalente a más de tres cuartos de lo que se recaudó por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) en el mismo mes, tres veces más que el presupuesto destinado anualmente a Salud, o casi la mitad del presupuesto que se asigna para Educación. Tanto el gasto programado como el no programado vieron caídas en términos reales, en comparación con lo aprobado por el Congreso a finales del año pasado. Según Hacienda, “en enero se evidenció una disminución real anual del 7.7% en el gasto de operación, como resultado de las iniciativas para tener una estructura gubernamental más eficiente y austera”, de acuerdo con su comunicado sobre el Informe de las Finanzas Públicas y Deuda de enero 2025. Dentro del gasto de operación, los fondos para materiales y suministros destinados a servicios públicos como salud y educación cayeron un 48.8% real anual en el mes pasado, según destaca el informe. Por otro lado, la inversión en infraestructura también mostró una baja del 22.4% real anual en enero, “con asignaciones de recursos que buscan la eficiencia del gasto y la finalización de proyectos clave”, indicó la dependencia dirigida por Rogelio Ramírez de la O. En enero, se destinaron 57,265 millones de pesos para inversión física, mientras que en el mismo mes del año anterior se habían asignado 71,201 millones a este concepto, que incluye el desarrollo de infraestructura pública como hospitales, escuelas y carreteras. En contraste, el gasto en intereses de la deuda pública creció un 41% real anual en enero 2025, destacando que en ese mes se pagaron 103,494 millones de pesos por el servicio de la deuda, lo que equivale aproximadamente al doble de lo que se destina para infraestructura.
Es evidente que la austeridad puede traer consigo efectos adversos, sobre todo en sectores críticos como salud y educación, donde una disminución de recursos puede comprometer la calidad de los servicios. La atención a la deuda pública es importante, pero no debe traducirse en un desinterés por el desarrollo de infraestructura, que es vital para el crecimiento sostenible del país. Un equilibrio entre ambos es esencial para el bienestar económico y social de México.