BBVA ajusta su oferta para adquirir Sabadell
(MADRID) - El banco español BBVA BBVA.MC ha cambiado su oferta pública de adquisición (opa) sobre su competidor Sabadell SABE.MC, disminuyendo la cantidad mínima de aceptación en comparación con su propuesta anterior. Este anuncio fue realizado el jueves por la institución financiera en un reporte entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La nueva oferta de BBVA busca conseguir el número de acciones que le permita controlar al menos la mitad más uno de los derechos de voto efectivos de Sabadell al final del plazo de aceptación, en vez del 50.1% que se requería antes.
La propuesta revisada no incluye las acciones en poder de Sabadell, aunque BBVA ha indicado que, de prosperar la transacción, pedirá su cancelación en la próxima junta general de accionistas, "disminuyendo el capital social y bloqueando esas acciones en el interín". BBVA presentó una oferta para adquirir Sabadell en abril pasado, volviéndose hostil en mayo. Ahora está buscando hacer concesiones luego de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de España determinara que su oferta inicial, valorada en 12,280 millones de euros (13,000 millones de dólares), requiere una revisión más profunda. La fusión de ambas instituciones crearía un banco con más de 1 billón de euros (1.04 billones de dólares) en activos, representando un nuevo movimiento de consolidación en el sector bancario español. Este segundo mayor banco en España ya ha recibido la aprobación del Banco Central Europeo y de las autoridades de varios países donde Sabadell tiene presencia, como el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Portugal, Marruecos y México. Sin embargo, la adquisición se enfrenta a la oposición del Gobierno español y también necesita la autorización de la CNMV. Sabadell desestimó en mayo la propuesta de compra de todas sus acciones, lo que llevó a BBVA a intentar una segunda oferta hostil para hacerse con la cuarta entidad bancaria del país, después de una oferta fallida en 2020.
Este tipo de movimientos en el sector bancario podría ser indicativo de una consolidación necesaria para enfrentar desafíos económicos futuros, pero también puede traer incertidumbres sobre la competencia y los servicios financieros disponibles para los consumidores. Es fundamental que tanto las entidades involucradas como los reguladores mantengan una vigilancia cuidadosa para asegurar que estas decisiones beneficien al mercado y, sobre todo, a los usuarios finales.